Archivo diario: septiembre 4, 2011

Actitud ante la vida

En el mundo que vivimos nos encontramos a diario con situaciones llenas de prejuicios,

a veces por unos estereotipos que la misma sociedad, la prensa, importantes empresas… así lo han querido.  Unas más que otras a conciencia; un ejemplo de ello es el prejuicio que se observa hacia la obesidad.

 

No hay que ir más lejos para verlo que acercarse a un centro comercial lleno de tiendas de todo tipo en las que puedes ver mensajes, carteles, maniquís, publicidad, trabajadores, y un sin fin de comunicaciones hacia el usuario que pueden afectarle negativamente o positivamente según la autoestima de éste.

 

Pongamos un ejemplo, como es la tienda de moda de hoy en día.  Nada más acercarnos observamos unos maniquís rozando la anorexia, unas publicidades llenas de modelos que viven solo de su cuerpo de gimnasio (según ellos y parte de la sociedad, cuerpo diez).  Pero si aún fuese poco una vez dentro pocas son las tiendas de moda que tengan tallas que superen la 40 ó 42, discriminando indirectamente a partir de ahí a toda persona.

 

Son unas actitudes negativas que realmente a la persona con problemas de obesidad (sea cual sea su problema) le transmite oscuridad, negatividad en su entorno, indirectamente no la reciben como a los demás en su establecimiento.  Algunas veces con una actitud positiva hacia la persona te explican o que se han acabado las tallas o que el fabricante hace las tallas mas pequeñas. Una estrategia discriminatoria al no pensar en las personas que no se ajustan al canon establecido.

 

En una farmacia ocurre lo mismo.  Si observamos el escaparate encontraremos todo tipo de productos para el culto al cuerpo, desde cremas, productos adelgazantes, rótulos y publicidades.  Éstos inducen a la figura delgada, en la que muchas veces la persona obesa la única actitud positiva que escoge es aceptando estos productos, con el convencimiento de que hace bien y que es positivo tanto para su salud como para su físico.

 

No más lejos tenemos el entorno de comida rápida, aunque aquí no podremos observar tantas actitudes negativas, o un entorno tan negativo en relación a la persona obesa, ya que la publicidad es en colores vivos, publicidades xl y entorno a veces de fiesta.  Solo podremos observar el prejuicio cuando la persona obesa está degustando su hamburguesa, y ves como las miradas del alrededor no le quitan ojo, pensando o comentando actitudes negativas hacia la persona por el simple hecho de ser obeso, sin pensar que podría ser genético.

 

En conclusión, desde el paradigma tridimensional, la persona, en este caso la persona obesa, tiene unos conocimientos de los entornos que hemos mencionado, que conoce y sabe que en el momento de estar dentro de un determinado entorno le va  a provocar sentimientos positivos o negativos,  y que actuará de una determinada manera delante del objeto o el entorno, aún no estando de acuerdo.

 

Todo será mas simple si la persona tiene unas actitudes positivas ante la vida, y una autoestima para no dar valor a las trabas que muchas veces impone la sociedad, dando más valor a lo superficial que a la persona.